PFM | 02.10.2025

Escrito por P.F.M.
El panorama musical limeño se prepara para recibir a uno de los artistas de la escena alternativa británica: Yellow Days, proyecto del músico George van den Broek. Con apenas 25 años, el británico se ha convertido en una voz inconfundible dentro del indie soul-pop contemporáneo, gracias a su timbre rasgado y gutural, pero al mismo tiempo vulnerable, acompañado de una estética sonora que combina influencias de soul clásico, funk psicodélico, indie lo-fi y una sensibilidad confesional que ha conectado con miles de oyentes en todo el mundo.
Su llegada a Lima representa una oportunidad única para ver en vivo a un artista que ha hecho del desasosiego, la nostalgia y la intensidad emocional, su sello personal.
Yellow Days es un explorador de estados anímicos, alguien que traduce la fragilidad en canciones que, lejos de sonar complacientes, golpean con crudeza y ternura a partes iguales.
George van den Broek nació en 1999 en Manchester, Inglaterra. Su historia con la música comenzó temprano, cuando, a los 11 años, recibió su primera guitarra como regalo de Navidad. Ese regalo se convirtió en la chispa que lo llevó a experimentar con acordes y melodías, hasta volcarse de lleno en la composición durante la adolescencia.
Con influencias que van desde Ray Charles hasta Mac DeMarco y Thundercat, van den Broek empezó a lanzar sencillos de manera independiente hacia 2015. En noviembre de 2016 publicó su primer EP, Harmless Melodies, un trabajo casero que llamó la atención por la madurez vocal y la honestidad emocional. Un año después, a los 18, sorprendió con su primer larga duración, Is Everything Okay in Your World? (2017), un disco que consolidó su propuesta: canciones sobre la ansiedad, el desamor y la búsqueda de sentido en medio del caos juvenil, con la colaboración del rapero Rejjie Snow.
Su proyección internacional explotó cuando “Gap in the Clouds”, tema incluido en su EP debut, fue usado en el tráiler de la segunda temporada de la serie Atlanta de Donald Glover. Desde entonces, el nombre Yellow Days comenzó a sonar cada vez más fuerte en el circuito alternativo global.
Evolución artística
En 2020, ya instalado en Los Ángeles, lanzó A Day in a Yellow Beat, un álbum más ambicioso y expansivo, nutrido de colaboraciones y nuevas texturas. El proyecto mostró a un Yellow Days más arriesgado, dispuesto a experimentar con grooves funk, secciones de viento y un sonido más psicodélico, sin perder la esencia de su voz dolida y confesional.
Dos años más tarde, durante la pandemia, publicó una trilogía de EPs —Slow Dance & Romance, Apple Pie e Inner Peace— que funcionó como catálogo de su “mentalidad en confinamiento”. Fueron canciones grabadas en aislamiento, impregnadas de soul psicodélico y atmósferas oníricas, a través de las cuales exploró tanto la intimidad como el tedio de aquellos días inciertos.
En 2024, llegó con Hotel Heaven, un disco que reafirma su madurez artística. Allí encontramos un Yellow Days más seguro, jugando con arreglos refinados, pero manteniendo su toque nostálgico y visceral. El álbum refleja su evolución desde el lo-fi adolescente hasta un sonido con ambiciones más grandes, aunque siempre fiel a la honestidad emocional que lo define.
Una sorpresa
El arribo de Yellow Days a Lima es una sorpresa mayúscula: pocas veces un artista tan singular pisa escenarios sudamericanos, y eso dispara la expectativa. Su propuesta se aparta de la música de consumo rápido: no hay estribillos hechos para TikTok ni fórmulas radiales prefabricadas. Lo que trae es un viaje emocional y sonoro, un choque entre lo íntimo y lo expansivo, lo desgarrado y lo etéreo. Una experiencia que sintoniza con un público limeño cada vez más ávido de propuestas distintas.
El concierto es este 29 de octubre en Vichama.
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