Perú Avantgarde: una guía para perderse y encontrarse en el ruido

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Escrito por Marco Yanayaco

Wilder Gonzales Agreda es una de las figuras relevantes de la vanguardia en el Perú. No solo por su ardua labor como divulgador, crítico e investigador de la escena under y experimental en su blog Perú Avantgarde (2004), sino porque también formó parte de esta escena en los años 90 con sus proyectos Fractal, Crisálida Sónica y su propio sello Superspace Records (2003), a través del cual ha apoyado a muchos artistas en todo el territorio nacional, así como a músicos extranjeros que apostaban —y aún apuestan— por la música experimental. Porque no se trata de una moda pasajera: nunca lo fue, en realidad.

La primera vez que vi el libro Perú Avantgarde. El despertar de la vanguardia, a fines de 2024, me causó mucha curiosidad. El título, desde luego, es ostentoso. Pero pronto me llevé una grata sorpresa: mi colega y director de esta revista me presentó a Wilder, de quien pude adquirir el libro de primera mano. Al conversar con él, noté ese carisma que irradia como ser humano, pero también sus convicciones fuertes y honestas respecto a lo que sucede en la sociedad, la política y, por supuesto, en la música actual.

Luego de leer su libro y ver todo el trabajo que ha sostenido durante dos décadas sin descanso, sentí la necesidad de responder a ese esfuerzo. No solo con una reseña, sino con una devolución: mis propias impresiones y pensamientos sobre lo que sucede en la escena peruana.

Perú Avantgarde. El despertar de la vanguardia es un libro recopilatorio de muchas de las entrevistas publicadas en el blog de Wilder. Entrevistas que, desde ya lo menciono, son de las más interesantes y valiosas que he podido leer. No solo por la variedad de entrevistados —artistas, escritores, músicos provenientes de Lima, La Oroya, Chile, Europa, Estados Unidos, etc.— sino por la calidad de las preguntas que se formulan. Todos los entrevistados tienen en común la exploración y búsqueda de sonidos desde la música experimental, el noise, el ambient, el post-rock, el shoegaze, entre otros géneros. Esto es algo que debe valorarse profundamente, ya que, como todo en este país, muchas veces las joyas más hermosas terminan ocultas en el fondo del océano.


Simon Reynolds

Lo primero que debo decir es que, luego de leer este libro, uno sale mucho más nutrido en conocimiento sobre el panorama musical de los años 90. Incluso para alguien como yo, que no vivió esa década, puedo estar de acuerdo con la afirmación de que fue una de las épocas más prolíficas, salvajes, creativas e interesantes para la música. Comentarios de autores importantes como Simon Reynolds o David Stubbs, incluidos en el libro, nos hacen ver que vivimos en una retromanía constante, en la que géneros y estilos del pasado —ya desfasados de nuestro contexto— regresan una y otra vez, ya sea por nostalgia o por moda, en forma de revival. Todas estas cuestiones, abordadas no solo desde la perspectiva de músicos sino también de críticos y oyentes activos, ayudan a dibujar con nitidez el mapa de lo que enfrentamos hoy en la contemporaneidad. Y nos interpelan directamente: en pleno 2025, ¿qué es lo que estamos creando?

Muchas de estas preguntas aún deben ser respondidas, y para sorpresa de nadie, la tarea nos corresponde a nosotros: la nueva generación. Es una carga, sí, pero también una responsabilidad que debemos asumir desde nuestro propio contexto.

Volviendo a las entrevistas, me agrada encontrar también opiniones de críticos nacionales como John Pereyra, y ver incluidas a bandas como Los Membrillos, cuyos integrantes rondan los 18 años. Esta conexión entre pasado y presente es más que necesaria para entender hacia dónde debemos ir y cómo —y quiénes— están representando la música de nuestros días.

Profundizando en el libro y en sus temas, he llegado a una conclusión: su mayor virtud es también su mayor dificultad. Este no es un libro para recién iniciados en la materia, no es para oyentes que vienen del mainstream, que solo escuchan lo que está en las listas de Spotify, Billboard o —peor aún— en la radio nacional. Lo que quiero decir es que, para alguien sin familiaridad con el shoegaze, noise, IDM, ambient, o que no conozca a artistas como Brian Eno, Silver Apples, Slowdive, Spacemen 3, etc., el libro puede resultar tedioso o difícil de seguir. Las conversaciones, los puntos de debate, la profundidad de los entrevistados: todo exige atención, contexto y cierta experiencia previa.


Los Membrillos

Pero también creo, como siempre he dicho, que un buen libro es aquel que nos impone un reto. Nada verdaderamente valioso es fácil de obtener. Si eres alguien apasionado por la música, y aunque lleves poco tiempo en este vasto y convulsionado mundo decides continuar la travesía, estás en buenas manos. Repasa, anota, investiga sobre los nombres, las agrupaciones, los sonidos curiosos. Con el tiempo, no solo seguirás el ritmo: tendrás entre tus manos una puerta de acceso a otro mundo. Una guía, una pequeña enciclopedia de la música experimental —o como desees llamarla—. Mucho del potencial del libro radica en ese hermetismo, pero a la vez se entiende el porqué.

Otro punto importante es que este libro ayuda a desmentir esa vieja y falsa afirmación de que el Perú siempre ha estado atrasado en música. Totalmente falso. La calidad de música experimental que se ha producido aquí es de las más relevantes de Latinoamérica. Tener a Silvania en la vanguardia junto a bandas como Slowdive o My Bloody Valentine, o posteriormente a proyectos como Catervas, Espira, Hipnoascensión, Fractal, Evamuss, entre otros, demuestra que siempre se buscaron otros sonidos y otras sensibilidades, más allá de lo convencional o lo popularmente aceptado. Y esto continúa hoy, porque la tarea es inacabada. A pesar del rechazo que muchos de estos artistas sufrieron incluso dentro de la propia escena.

Entonces, ¿qué estamos haciendo para mantener este legado? En tiempos de sobreinformación y tecnología, se intenta —poco a poco— revalorar estos trabajos, esta tradición tan importante que se ha venido gestando desde el polvo mismo. Por eso, libros como este son tan necesarios... y tan difíciles de encontrar.

En palabras finales: mucho de lo que pueda decir no sirve de nada si nadie se anima a cambiar su forma de ver las cosas. La música, como cualquier otro arte, merece su espacio porque tiene algo que decir. Aun dentro de todo este pesimismo, hay esperanza en el futuro. Ese "despertar" que menciona el título indica que lo ignorado, lo dormido, de alguna forma comienza a tomar relevancia en nuestros días.

No puedo hacer otra cosa más que recomendar que lean este libro. Por sus conversaciones, entre graciosas y profundas; por la posibilidad de conocer la opinión de figuras clave de la música de primera mano; y, sobre todo, porque nos invita a volver a lo esencial:

Escuchar. Escuchar de verdad.

A continuación, adjunto la playlist creada por el mismo Wilder, donde podrán encontrar música de los artistas mencionados en el libro.

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