Pilar Fonseca | 19.06.2018
Escrito por Pilar Fonseca
Se presentaron en el concierto del Festival Nosotras Estamos en las Calle, pero llegué tarde y no las oí. Los comentarios sobre su performance eran positivos, así que la curiosidad me hizo buscarlas. Las oí y todo quedó más claro: su hip hop tenía un discurso claro, directo y político. No había medias tintas.
Cuando llegué al departamento de Liz, el Chato me recibió moviéndome la cola mientras lxs Krudas Cubensi fumaban en el balcón. Odaymara Cuesta (Pasa Kruda) y Olivia Prendes (Pelusa Kruda) nacieron en Cuba y se conocieron en el 1995. Al año siguiente ya habían formado Cubensi, que era un grupo queer de arte experimental y también de activismo vegano que fundaron entre compas. Para el 99 fundaron Krudas, una formación de hip hop feminista, queer y vegano. “Cuando hicimos Krudas queríamos que también fuera parte de la experiencia Cubensi, que es una experiencia maravillosa y entonces por eso Krudas Cubensi”, me cuentan.
“El hip hop fue para nosotrxs fundamental porque vimos que muchas artistas hablaban de sus experiencias descarnadas, con el corazón en la mano”, comenta Olivia agregando que usan la “x” para evitar el uso de la “a” o de la “o”, y así salir de las reglas del lenguaje binario.
Los apodos de Pasa y Pelusa tienen que ver con las características de sus cabellos, de sentirse orgullosxs de cómo lucen y cómo son, pero también solían ser sus personajes en los días de Tropazancos Cubensi, su grupo de teatro. “Pelusa y Pasita fueron personajes de teatro infantil, viajábamos por diferentes dimensiones en las obras de teatro”, recuerda Pelusa Kruda. “Hablábamos de cómo cuidar la naturaleza, cómo reciclar, de la importancia que tiene la selección de la basura, de la amistad, del respeto a los mayores, la transgresión… Estos personajes estaban haciendo lo mismo que ahora cantamos, pero en un discurso teatral.”
El término Cubensi también tiene su historia. “Según nuestra cosmovisión, Cubensi viene de un término latino que define muchas áreas geográficas y sus especies nativas. Algunas especies de apellido Cubensi, que crecen en esta área caliente del Caribe, son maravillosas… En esos lugares crecen cosas tropicales fantásticas, como nosotrxs”, recalca Olivia con una sonrisa. “También tiene que ver que somos de Cuba. Todo está mezclado Cuba-Cubensi”, remacha Odaymara.
Inspiración en carne propia
“Nuestra obra es la experiencia de nuestras vidas, son autobiográficas. Más que nada es la respuesta de cómo reaccionamos ante las cosas cotidianas”, explica Odaymara. El hip hop se convierte así en un vehículo más de inspiración para su artivismo, ya que el arte y el activismo son el corazón y la esencia de sus líricas hip hoperas. “Somos intencionalmente políticas, ese es nuestro orgullo. Sí, soy esto, sin disculpas. Krudas es el desahogo de nuestras vivencias, luego le pones un ritmo, organizas aquí, allá… Cuando hablamos de inmigración es porque somos inmigrantes, cuando hablamos de cuerpos diferentes disidentes es porque son nuestros cuerpos. No sé si podríamos hacerlo de otra manera.”
Así es como convirtieron su vida en arte: la identidad llevada a la música, a la experiencia corpórea. Ya tienen 7 discos grabados y están escribiendo un manifiesto. Además de los conversatorios y talleres que dictan, donde comparten y aprenden de las experiencias propia y ajenas. Ahora están trabajando junto con una artista audiovisual la panorámica sobre el feminismo ancestral.
“El feminismo va más allá de los derechos que merecen las mujeres; el feminismo también va con diferentes formas de alimentarse, la relación con las plantas de poder, la relación con la naturaleza, la responsabilidad que tenemos reproduciendo ese mismo ciclo de violencia [acerca del consumo de carne]. Son maneras diferentes de resistir, maneras diferentes de amar desde nuestra propia experiencia.”
Tienen claro su discurso y no es pose, ellxs son lo que cantan, lo que hablan, lo que ríen, lo que sueñan, lo que luchan y lo que transforman. Son agentes de cambio de una realidad a veces muy dura. Sin embargo, no por eso se dejan amilanar y explotan el sarcasmo para reírse y burlarse de los embates de la vida.
Papel activo de la mujer
Cuando hablamos de ritmos donde el rol femenino se reduce a ser expuesto como un pedazo de carne, Odaymara me dice: “Creo que el rap y el trap es el reflejo de nuestra sociedad. No es que un género sea más o menos que otro. Si te pones a oír una canción de hace 20 o 30 años atrás es lo mismo. Sólo que la imagen tenía otra forma. Tú ves los videos de rap o trap y también ves mujeres que son el reflejo de lo que está pasando. ¿Cómo puedo contrarrestar eso? Nuestra respuesta es haciendo nuestro arte para pasar del papel pasivo de consumidor al papel activo de creadora, de artista, de transformadora de la realidad, de solucionadora. Nadie nos va a representar, si no lo hacemos nosotrxs.”
Está propuesta está hecha no solo para ir en contra, sino para hacerlo visible. Odaymara nos confiesa que sin hablar ya está causando un impacto: “Es el resultado de todo lo que hemos luchado o nos hemos propuesto, en lo que creemos, en lo que creamos. Cada vez hay más gente no-binaria haciendo música, las aulas, con los micrófonos, y están diciendo: ¡Ya! ¿Escondidos hasta cuándo? Sí, somos parte activa de la sociedad, estamos aportando económicamente a este mundo”. Entonces Olivia la interrumpe para añadir: “Somos la parte más hermosa de la sociedad. Somos la parte más wow, u know”.
Lxs Krudas me recuerdan que la resistencia es un camino de largo aliento y con múltiples acciones. Los privilegios de unxs son a costa de las desventajas de lxs otrxs. O en sus palabras “Si a ti te cuesta, ¿cómo olvidarte de las personas a las que aún les cuesta más que a ti? Todavía hay gente trabajando más duro que tú, y te obliga a sentir que muchxs necesitan de muchxs.”
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