Sebastián Zavala Kahn | 12.11.2015
Como en el Cine es el primer largometraje de Gonzalo Ladines, uno de los creadores de Los Cinéfilos, la exitosa serie web de la productora Señor Z. La película y la serie comparten varios actores, entre ellos uno de sus protagonistas, Manuel Gold, y aunque podrían encontrarse más similitudes entre ambas producciones (estilo de humor, el hecho de que ambas se enfocan en personajes que aman las películas), felizmente Como en el Cine no se siente como una adaptación o spin-off de Los Cinéfilos para la pantalla grande. Es una historia independiente, muy divertida y bien actuada.
Ahora bien, podría argumentarse que Como en el Cine es una comedia que puede ser disfrutada por un público amplio, pero que probablemente resulte más divertida para aquellos que estudiaron Comunicaciones y/o se especializaron en Audiovisuales. En mi caso, por ejemplo, pude identificarme rápidamente con el protagonista interpretado por Manuel Gold porque, cuando comienza la película, tiene el mismo trabajo que yo, los mismos gustos que yo (Star Wars, ¡obviamente!), aspiraciones parecidas a las mías y, lógicamente, estudió lo mismo que yo.
Pero me estoy adelantando. La cinta cuenta la historia de Nico (Gold), un asistente de dirección en una casa realizadora de publicidad que no está muy contento con su trabajo (ahí sí difiero con el personaje, dicho sea de paso). Al enterarse de que su novia le sacó la vuelta en sus propias sábanas de Star Wars (¡nooooo!), Nico decide reencontrarse con su verdadero amor: el cine. Para esta misión, reúne a sus viejos compañeros de facultad (Andrés Salas y Pietro Sibille), con quienes intenta hacer un corto de muy bajo presupuesto. Juntos viven absurdas situaciones, entre la realidad y la ficción, que los llevan a cuestionar su amistad y la dirección de sus vidas.
Al ser una comedia, el principal objetivo de Como en el Cine es dar risa, y felizmente en ese aspecto, la película no decepciona. Ladines ha declarado que sus principales influencias son las películas pertenecientes a la Nueva Comedia Norteamericana, como las de Judd Apatow, y se nota. El humor que maneja Como en el Cine es irreverente, exagerado, lleno de menciones a otras películas (nacionales y extranjeras) y actores. La mayor parte de gags funcionan muy bien, y el filme felizmente no abusa de los pratfalls (humor físico), más bien favoreciendo los diálogos graciosos y las situaciones inesperadas.
Esto se debe, principalmente, a que el humor surge naturalmente de la trama de la película y de la manera en que han sido caracterizados los personajes; muy pocas situaciones se sienten forzadas. A diferencia de Los Cinéfilos, que es mucho más caricaturesca, casi una farsa, Como en el Cine nos presenta personajes mejor definidos, con los cuales es fácil identificarse. Admito que la mayoría son basados en estereotipos (el protagonista geek, el Comunicador Pastrulo, la Manic Pixie Dream Girl, etc…), pero están interpretados por actores muy buenos que logran (en su mayoría) llevarlos más allá de los clichés.
Gonzalo Ladines, en el medio, dirige a Manuel Gold y Fiorella Pennano. / Foto: Difusión
Como Nico, Manuel Gold sigue probando que es uno de los mejores actores jóvenes trabajando en la actualidad. Su comic timing es perfecto, e interpreta a Nico sin llegar a exagerar sus reacciones o expresiones faciales, más bien construyendo a un personaje algo patético que logra superarse a sí mismo y juntar a unos amigos que no veía por años para construir algo nuevo y memorable. Pietro Sibille nos muestra un lado más gentil de su personalidad, interpretando a un jefe de prácticas gruñón pero simpático, y Andrés Salas, barbudo y con pelo largo, interpreta al Pastrulo a la perfección. Guillermo Castañeda aparece brevemente en una divertida escena de discoteca, y Javier Valdez le otorga solemnidad a la trama.
Por el lado de las mujeres, Gisela Ponce de León es muy divertida como la mejor amiga lesbiana de Nico. A pesar de que en un momento menciona que tanto ella como Nico son estereotipos, logra darle algo de naturalidad a su personaje, presentándonos momentos muy divertidos, especialmente durante el último tercio de metraje. Y como Ariana, la chica de la que se enamora Nico, la muy talentosa Fiorella Pennano (a quien he visto dar muy buenas actuaciones en obras de teatro como la genial Stop Kiss) está un poco desperdiciada. Ariana es una Manic Pixie Dream Girl, y aunque entiendo que esto podría excusarse mencionando que la película se muestra desde el punto de vista de Nico, ni las escenas que los dos personajes comparten, hablando del pasado y de sus ambiciones, logran darle más dimensión al interés amoroso.
A nivel técnico, Como en el Cine es muy correcta. El manejo de cámara es sencillo pero efectivo, resaltando las actuaciones sin llamar demasiado la atención, utilizando cámaras en mano para darle algo más de cercanía a algunas escenas. Y la música es genial, especialmente las canciones originales, muchas de las cuales estoy seguro serán silbadas o tarareadas por varios miembros del público al salir de la sala de cine (¡Jeeeeeeesicaaaa...!).
Se podría argumentar que los soñadores, los creativos, aquellos que imaginan historias y escriben guiones y dirigen películas son (¿somos?) personas que nunca terminaron de crecer, que no viven todo el tiempo en la realidad. Nico representa esto (negativamente) a la hora de relacionarse con otras mujeres o incluso con sus amigos, pero también lo hace positivamente en la pasión que tiene por el cine, por Star Wars, y finalmente, por el cortometraje que quiere hacer. La manera en que el personaje crece a lo largo de la película me pareció tanto efectiva como realista, cosa con la cual me pude identificar a sobremanera. Es una buena representación de este tipo de persona; se nota que muchas de las situaciones y personajes que vemos en Como en el Cine fueron extraídas de la vida de Ladines.
Pero si hay una razón por la cual Como en el Cine funciona es porque evidentemente ha sido realizada por gente enamorada de la historia, un director/guionista que realmente creía en un proyecto muy personal para él, y un grupo de actores que claramente se divirtió mucho actuando en la cinta. Las referencias a otras películas, tanto peruanas (una pequeña mención al El Pequeño Seductor me mató de risa) como norteamericanas (películas de Hitchock, Tarantino, Scorsese, y obviamente Star Wars) son múltiples, el filme está lleno de cameos muy divertidos (los cuales no mencionaré para no malograrles la sorpresa) y la manera en que están representados tanto el mundo de la producción publicitaria como el de los profesores de Comunicaciones o el de la realización de ficción es inquietantemente precisa, por muy absurda que se vea.
Como en el Cine es una película divertida, hecha con pasión, bien actuada y sencilla. El guión, a pesar de presentar clichés y hacerme recordar a algunas películas americanas más antiguas, es gracioso, y aunque el humor que la película maneja puede ser algo ridículo por momentos, funciona gracias a que los personajes se sienten honestos y creíbles. Como en el Cine no es una obra maestra, pero tampoco pretende serlo; es una producción astuta y bien realizada, un gran ejemplo de entretenimiento puro y simple.