Edgard Guillén renace frente a los espectadores que habitan el íntimo espacio de su sala, se diluye para que podamos navegar por emociones que no tienen fin y que, sin embargo, deben llegar a un puerto y terminar el viaje, que equivale a morir un poco cada noche. Una ceremonia imperdible para quienes aman aquello que aún nos queda como seres humanos, para quienes aún pueden o sueñan con vivir a su manera.
Solo Guillén Solo nos entrega la infatigable búsqueda de un ser humano, actor, director, creador de unipersonales, con una experiencia profesional en escenarios del Perú y el mundo, que a sus 81 años es capaz de desprenderse de todo lo vivido para volver a buscar dentro de sí y brotar en el escenario de manera única e irrepetible, como lo hace un árbol, un fruto o una flor.
“Indagar en el mundo del lenguaje corporal, es darse con la sorpresa más asombrosa, es la aproximación a lo ancestral, a la danza, a esa música inaudible que norma nuestra cotidianeidad. A ese ritmo y contra-ritmo, a esa danza y contra-danza que son nuestros diariamente. Consciente de ello exploro con la más absoluta inconciencia y dejo libertad a lo oculto que está en mí”, dice el actor.
Solo Guillén Solo se presenta todos los domingos a las 7:30 pm (en punto).
El ingreso es libre. La salida con sombrero.