El director Peter Farrelly, que debutó en el cine junto a su hermano con Dos tontos muy tontos (1994), vuelve a tocar el tema de la amistad desde la comedia. Pero ahora se pone más serio y mucho más tierno. Green Book es como una tarta de cumpleaños, algo pensado para gustar a todo el mundo. Esponjosa, dulce, que te deja buen sabor en los labios. Una feel good movie de manual, elaborada con buenos ingredientes. Una receta canónica.