Durante los últimos meses -escribe Valeria Figueroa (Lima, 1990), autora de esta muestra individual- el imaginario de la muerte estuvo presente cada día. La angustia opaca. Cuando estamos a oscuras, horizontalmente en la soledad de nuestra habitación, lo único seguro del ser es no ser. Nada nuevo.
El presente proyecto articula dos obras de Figueroa. Una, elaborada con fibrocemento y pino, hace referencia al peso de encontrarse enterrado y la otra, construida en metal, a la tortura interminable de la agonía. La asfixia imposible, el grito mudo. La idea de la muerte nos arrastra a todos hacia la fosa común, un mismo océano.
Fosa Común se puede visitar hasta el 31 de agosto 2018, de lunes a sábado de 11 am a 8 pm. Ingreso libre.