Diaspora. Ogni inizio è un fine (2016), largometraje italiano dirigido por Luigi Faccini, es el inicio de una historia o mejor dicho de muchas historias, biografías de hombres y mujeres, judíos que se salvaron de la tragedia de ser deportados o de fugarse de las políticas del nazifascismo y de las dinámicas de colaboración de partidarios o culpables.
Piperno, Ferrari, Sonnino, arrancados de contextos y relaciones consolidadas, se mueven en busca de un posible futuro. El signo de una gran diáspora familiar en camino en el corazón de una tormenta: fragmentos que quedan in Italia o Roma, partes significativas deciden cruzar el atlántico hacia el nuevo mundo, otros irán a Israel a construir un posible post-guerra.
Historias de vida que se afirman en la dimensión individual y en la capacidad de construir relaciones y establecer comunicación con los demás. El pasado de discriminación y violencia ha quedado atrás: la vida le ha ganado a la violencia, la esperanza ha alejado los miedos.
El Istituto Italiano di Cultura continúa este mes de marzo con las proyecciones y comentarios de cine, en esta ocasión con un breve ciclo dedicado al cine y la memoria.
Ingreso libre.